First Dates de alto voltaje. El programa de citas con el que Carlos Sobera nos hace soñar con el amor cada noche ha vivido uno de los momentos más tórridos de las últimas semanas.
Los protagonistas de la historia, además de Sobera y el simpático equipo habitual del restaurante preferido de Cupido, han sido Marta y César.
César tiene 25 años y en el amor "no le ha ido porque siempre lo he dejado un poco de lado".
De hecho este analista de datos no tiene reparos en confesar que es virgen y que las "pocas" ocasiones que ha tenido para estrenarse en el sexo, ha preferido no utilizarlas.
First Dates refuerza los candidatos más antagónicos
Incluso ha explicado que a él le rechazaron por ser virgen, pero aunque inicialmente se lo tomó algo mal, lo acepta con resignación e incluso se muestra orgulloso de ello.
Y le presentan a Marta. Es una estudiante de artes escénicas de 20 años que tiene un amigo especial "que le trajo una vez Papá Noel y que nunca le falla". Se trata del satisfyer.
Él es un chico tranquilo, amante de la filosofía, al que le encanta leer. Ella, todo lo contrario, le encanta salir de fiesta y vivir la vida con más intensidad. La cena está servida.
César, templado y sereno hace judo desde los 4 años. A Marta le encantan la aventura y el riesgo. Los dos coinciden en que harían parapente, pero César lo haría para vivir la experiencia y Marta lo grabaría con el móvil "porque me encanta el postureo".
Marta no piensa demasiado en el futuro. Salir, pasarlo bien, vivir experiencias, estar con las amigas y si sobra algo de tiempo, estudiar. César tiene dos carreras, un máster y trabaja en el sector de la analítica bancaria.
"Madre mía, me han traído un empollón", concluye la comensal de First Dates.
Lo que First Dates puede llegar a unir...
Llegan las preguntas de tipo más íntimo para ver si aquí sí, Marta y César encuentran los puntos en común que les impulsen a una segunda cita.
Marta le confiesa a César que tiene el amigo especial que le trajo Papá Noel y que "no me ha fallado nunca aún, mejor que el hombre". Marta también le confesó que le encantan las provocaciones en público, cosa que también atrae a César. No lo ha probado nunca, pero "puede tener su punto".
A César le gusta "el tema de los disfraces. A mí, los cosplays me ponen malo".
Marta que no sabe ni que son los cosplays toma una primera determinación: "¿la puerta dónde está? Necesito salir corriendo".
Y salieron los dos, pero hacia la habitación de las pruebas de amor definitivas de First Dates. Allí el programa les invitó a besarse. Ella a él, en el cuello. Pim pam.
Él, por contra, tenía la prueba del beso de tornillo, cosa que ella rechazó sin miramientos.
La decisión final de First Dates
Parecía bastante claro que los dos participantes de First Dates no pegaban ni en pintura. A pesar de ello, César se lanzó y sí quiso una segunda cita con Marta. "Creo que si seguimos, puede ir a mejor".
Marta por su parte declinó seguir conociendo a César. "Agradable, majo, me has caído súper bien, pero no veo que pueda pasar nada más allá".
César se quedó con las ganas de perder su virginidad y Marta se fue sin haber encontrado al hombre aventurero que estaba buscando.
First date sigue siendo uno de los programas más estables de la televisión y es una cita obligada para miles de espectadores que cada día se ilusionan con las historias de amor y desamor del programa. Eso sí, siempre con un toque de humor.
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