Xisca Perelló ha disfrutado de unas semanas inolvidables después de que su hijo Rafa Jr. llegase al mundo el pasado 8 de octubre.
Xisca y Rafa estaban pletóricos después de que, tras dificultades en la recta final del embarazo de la mallorquina, su hijo naciese al fin de la forma más satisfactoria posible.
Ambos dejaron atrás unas semanas más que difíciles, en las que estuvieron separados cuando peor se encontraba Xisca, pero todo cambió cuando nació el pequeño. El caso es que estamos a 31 de octubre y todo ha dado un giro considerable para la buena de Xisca Perelló.
Sabe que su marido ya no va a estar con ella en las próximas semanas e incluso meses. El motivo no es otro que tiene que dedicarse al que ha sido su trabajo en los últimos 20 años.
Es profesional desde el año 2002 en el circuito ATP y lo cierto es que Rafa Nadal no puede descuidar estos últimos meses del año. La forma que coja en todo este tiempo le servirá para comenzar la que puede ser su última temporada como tenista.
El caso es que Xisca le habría comentado a los suyos que está apesadumbrada. Lo estaría porque Rafa deja de estar con ella en estos momentos tan importantes para la mallorquina y el bebé que han tenido ambos.
Con todo, por el bien de la carrera de su marido, Xisca Perelló no debe ser egoísta. Tiene que dejar que avance en su camino, porque en caso contrario, la retirada del balear se producirá antes de lo que todos deseamos.
La legión de seguidores que Rafa Nadal tiene por todo el mundo quiere seguir viéndole jugar en una pista de tenis. Y Nadal ya se prepara en París para debutar esta semana en el Máster 1000 de París-Bercy, el último torneo de este calado en la presente temporada.
Además de haberse desplazado hasta la ciudad francesa hace unos días, Rafa tampoco podrá estar con su mujer y su hijo a finales del mes de noviembre. Y es que disputará varios partidos de exhibición tanto en Centroamérica como Sudamérica, y eso es algo que entristece mucho a la buena de Xisca.
Solo le queda resignarse a la joven mallorquina y seguir cuidando de su bebé mientras que Rafa continúa realizando lo que más le gusta desde que era un crío. Y no es otra cosa que jugar al tenis y ganar torneos, algo que sigue consiguiendo a pesar de las lesiones que arrastra en los últimos años de su carrera.
Hay que recordar que Nadal fue preguntado dos meses antes de que su mujer diese a luz a su primer hijo, acerca de si le cambiaría la vida cuando fuese padre.
A nivel profesional, Nadal tenía clara su respuesta. Confirmó antes los periodistas presentes en una improvisada comparecencia en su academia de tenis, que no tenía pensado que la llegada del pequeño le trastocase demasiado estos últimos años de tenis.
Con esas declaraciones, Nadal se llevó algunas críticas severas en las redes sociales, pero a pesar de los haters, el campeón español tiene la conciencia muy tranquila.
Sabe que mientras pueda, le dará todos los cuidados a su hijo. Y una vez que se retire, estará ahí al cien por cien, más allá de las obligaciones profesionales que desempeñe en una faceta alejada de la propia pista de tenis.