Maria Patiño mirando a un lado y llorando

El padre del hijo de María Patiño reaparece y destapa la pesadilla familiar

María ha confesado lo que sufrió por ser madre soltera

María Patiño, vestida con un traje rojo muy favorecedor, ha estado al frente de la primera parte de Lo siento mi amor, un programa dedicado a Rocío Jurado. Telecinco ha organizado un nuevo homenaje a la Más Grande porque considera que ha marchado historia en el movimiento feminista.

La presentadora gallega está de acuerdo con esta teoría, por eso ha hecho una confesión que afecta de a su hijo Julio.

María Patiño siempre se ha caracterizado por ser directa, así que nunca ha escondido que fue madre soltera en el mejor momento de su carrera. Sacó adelante a su hijo Julio gracias al apoyo de sus seres queridos, pues ella tenía que trabajar y no podía estar parada.

Su esfuerzo y dedicación le han convertido en una de las mejores comunicadoras del momento, pero ha tenido que pagar un precio muy caro.

María Patiño y su hijo Julio paseando por la calle
María Patiño mantiene una relación de plena confianza con su hijo Julio | Europa Press

María nunca ha contado quién es el padre de su hijo, pero este ha reaparecido de forma virtual porque las redes sociales quieren respuestas. La experta en corazón ha hablado de su hijo Julio en Lo siento mi amor y sus seguidores quieren saber la historia completa.

Patiño asegura que le llamaron “mala madre” por dejarle solo, pero promete que no tuvo otra opción porque ella tenía que trabajar.

María apenas habla de su vida privada en televisión porque sabe que este atrevimiento es demasiado peligroso y que genera consecuencias. Recientemente, gracias al nuevo homenaje de Rocío Jurado, ha hablado de su pasado y los espectadores se han quedado sin habla.

“Gracias a gente como Rocío y otras grandes mujeres que han luchado por nuestros derechos se han roto paredes y hemos tenido muchas puertas abiertas”.

María Patiño destapa su pesadilla: “Sentimiento de culpa”

María ha criado sola a su hijo y lo cierto es que ha hecho un trabajo ejemplar porque el joven es una persona completamente responsable. La gallega tuvo que tomar una decisión difícil: dejar que sus padres se encargasen de los cuidados de Julio durante una temporada. Este suceso le hizo mucho daño porque hubo gente que le cuestionó y no le hizo sentir bien.

Patiño ha hablado de este tema para dar visibilidad al feminismo y para dejar claro que ninguna mujer debe renunciar a sus metas profesionales.

“Mis circunstancias personales me hicieron irme a Madrid y que mis padres me ayudaran con mi hijo, pero los comentarios me hacen dudar. No sabía si mi lugar estaba dónde estaba y con el tiempo la persona que está a mi lado (su hijo) me ha hecho saber que lo hice bien”.

La presentadora ha confesado que las decisiones que tomó respecto a su maternidad le causaron problemas bastante serios. Asegura que arrastró durante mucho tiempo “un sentimiento de culpa” que ahora se ha dado cuenta de que no tiene sentido. “Las palabras hacen daño”, ha comentado mientras lloraba desconsoladamente ante la atenta mirada de sus compañeros.

María Patiño se sincera: “He dejado de tener ese miedo”

María se ha convertido en la protagonista indiscutible de Lo siento mi amor, el homenaje que Telecinco ha organizado para honrar a Rocío Jurado. Las declaraciones de la gallega han conseguido que las redes sociales empiecen a hablar del padre de su hijo, pero ha merecido la pena. Ha dejado claro que ya no le teme a nada ni a nadie porque sabe que Julio creció feliz.

“He dejado de tener ese miedo y me permite contarlo ahora que mis padres no están, pero si estuvieran no me atrevería, desliza Patiño. Todo el mundo quieren saber quién es el hombre que le cambió la vida, pero este dato permanecerá oculto mucho tiempo. El padre de Julio ha reaparecido en la prensa rosa, aunque nadie conseguirá ponerle nombre.

La presentadora jamás hablará más de la cuenta, pues quiere proteger a su familia y sabe que debe ser cuidadosa. Simplemente ha hablado de los problemas que tuvo durante la maternidad para intentar ayudar a otras mujeres. Quiere que su testimonio sirva de ejemplo para que nadie vuelva a sufrir todo lo que ha sufrido ella.