Miguel Marcos ha sido y es uno de los grandes apoyos que tiene Belén Esteban en su vida. Como su marido que es, la respalda en sus proyectos profesionales y ha sido quien más la ha ayudado a afrontar su problema de salud. Y ahora también va a ser quien más la anime en el momento tan complicado que se le avecina.
Él es consciente de que la situación laboral de su mujer está en la cuerda floja tras la marcha de Paolo Vasile de Mediaset. Sí, porque cada vez hay más rumores que indican que Sálvame podría llegar a su fin. Pero es que, además, la de San Blas cada vez recibe más críticas de los espectadores del programa por su comportamiento.
El marido de Belén Esteban sabe perfectamente que su pareja lleva meses pasándolo muy mal. Primero, por el accidente que sufrió en plató, que provocó que se rompiera la tibia y el peroné. Segundo, por la operación y difícil recuperación que está llevando a cabo.
Todas estas situaciones le han hecho sufrir mucho a ella, como así lo ha reconocido públicamente.
Es cierto que, poco a poco, va mejorando notablemente y que ya incluso ha podido regresar a su puesto de trabajo en Sálvame. Sin embargo, las cosas no han vuelto a ser como eran antes.
Belén, como todos sus compañeros, tiene miedo de que el programa llegue a su final ahora que Vasile va a dejar Mediaset. Y, además, es que no se la acaba de ver cómoda en el plató. De ahí que ha tenido más de un encontronazo con los demás colaboradores e incluso con los presentadores.
El conductor de ambulancias está al día de lo que le sucede a su mujer y sabe que los espectadores cada vez más arremeten contra ella en redes. Prácticamente todas las tardes que Belén acude a trabajar, Twitter se llena de comentarios criticando su comportamiento.
Para muchos ya no es la 'reina de los memes' ni la que sorprendía con sus divertidas ocurrencias. Ahora es una colaboradora con permanente cara de enfado que saca a relucir sus malos modales en más de una ocasión. Es más, incluso resaltan que ha tenido más de una salida de tono con Adela González, la presentadora.
Estas ideas las han ido dejando de manifiesto desde hace tiempo. Lo han hecho con mensajes como estos: “El trabajo de Belén últimamente consiste en ir a plató a poner malas caras” y “Menuda actitud tiene. Entonces, ¿a qué va a trabajar? A estar sentada en el trono y a decir que no va a hablar ni a decir nada”.
En esta misma línea encontramos: “Deberían darle un toque de atención: o aportas o te apartas” y “Le pagan por merendar y hablar por el móvil. Qué suerte”. Sin olvidar: “Ha vuelto más amargada que nunca”.
Y también nos topamos con otros como “¿Qué aporta? Para estar así poniendo caretos, mejor estaría en casa” y “Para ir a Sálvame con esa cara de oler caca, no vayas. Quédate en tu casa, encima sin ganas, como obligada. Vete tranquila que estamos genial sin que nos transmitas todo negativo”.
Todos estos comentarios seguro que tienen preocupado a Miguel, que incluso ha visto que algunos espectadores ya piensan en la sustituta perfecta para Esteban. Así, han dejado claro que les encantaría que el formato fichara a Patricia Donoso, la presunta amante de Ortega Cano.