José Ortega Cano tiene su imagen pública cada vez más denostada por todo lo que Rocío Carrasco está contando de él en su docuserie. Y es que ha narrado que echaba a 'La Jurado' de su casa o que no la trataba como ella se merecía. Situaciones que están provocando que el público lo vea de otra manera, como ha sucedido al recordarse el accidente en el que murió Carlos Parra.
Un accidente de tráfico que el torero provocó por tener una tasa de alcoholemia que sobrepasaba lo permitido. Tasa que se dio a conocer en los medios y que cuestionaba seriamente el comportamiento del diestro.
José Ortega Cano y el accidente
El marido de Ana María Aldón vio cambiarse por completo su vida el 28 de mayo de 2011. Lo que sucedió fue que sufrió un accidente de tráfico que hizo que invadiera el carril contrario en la carretera que une Sevilla con Castilblanco de los Arroyos. La trágica consecuencia de este percance fue que el conductor con el que chocó murió.
El diestro fue llevado de inmediato al hospital y así se inició una investigación para esclarecer lo sucedido. Y esta, como publicó El País en aquel momento, determinó que José conducía con una tasa elevada de alcohol en sangre. La tasa permitida es de 0,5 y él conducía con una de 1,26 gramos por litro de sangre.
De ahí que se estableció que había cometido un delito, que acabó con él en la cárcel. Exactamente fue condenado a dos años y medio de prisión por homicidio imprudente y conducción temeraria.
José Ortega Cano ve a Rocío Carrasco realizar importantes confesiones al respecto
El diestro de Cartagena ha visto que en la docuserie de Rocío se ha vuelto a recordar el citado y trágico accidente. Un accidente sobre el que ella ha confesado que “voy al hospital en el momento en el que me entero. Voy al hospital porque tengo sangre en las venas y porque soy humana”.
“Y porque era el padre de dos niños pequeños que eran mis hermanos. Le pedía a Dios que no le pasara nada por él y porque esos dos niños se quedaban sin madre y se podían quedar sin padre después de todo lo que llevaban a las espaldas antes de llegar a España”.
En este punto, Carrasco ha confesado algo inesperado: “Siempre tuve la corazonada de que desgraciadamente algo así iba a pasar. Yo iba de Sevilla para Yerbabuena por esa carretera y José venía en sentido contrario, y me ha pasado esa situación que a él le pasó y en ese mismo punto. Llegué a la finca y le dije a mi madre que le dijera a su marido que tuviera mucho cuidado”.
De igual modo, sobre la relación de Ortega Cano con el alcohol ha explicado: “No es verdad lo que él dice. Tiene ese problema con mucha anterioridad a que mi madre enferme. Es cierto que se le empeora cuando ella se pone enferma y cuando muere, pero el problema lo tiene de antes”.
“Todos los que hemos vivido en esa casa, que hemos compartido tiempo y que hemos estado ahí día a día sabemos que eso es cierto”. Eso sí, ha expuesto que “no voy a narrar hechos concretos ni situaciones concretas ni cosas a las que mi madre se vio obligada a hacer en determinados momentos en esa casa de La Moraleja. Y es que ocurrían cosas que no tenían que ocurrir”.
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