Encarna Sánchez, el mito de la radio de los años 80, está de plena actualidad porque dos periodistas españoles así lo han querido. Estamos hablando de Juan Luis Galiacho, supuesto examigo especial de Terelu Campos, y Pedro Pérez, experto en corazón. Ambos han escrito un libro de la locutora y han destapado uno de sus grandes misterios: quién quiso matarla.
Encarna Sánchez tenía mucho poder, pero no tanto como ella pensaba, y se enfrentó a rostros demasiado influyentes. Juan Luis Galiacho y su compañero cuentan que Sánchez estuvo a punto de morir porque varias personas intentaron acabar con su vida. Incluso estuvo perseguida por la mafia porque tenía comportamientos incompatibles con la legalidad.
Encarna se hizo millonaria, tanto que llegó a guardar en su casa 40 millones de pesetas en efectivo dentro de un simple armario. Dicen que lo consiguió gracias a su talento, pero también con comisiones y negocios que eran bastante peligrosos. Juanele Zafra, su biógrafo, desveló que tuvo un fuerte encontronazo con Carmen Polo y tuvo que huir de España.
Encarna organizaba fiestas benéficas con la ayuda de la mujer de Franco y supuestamente se quedaba con parte de los beneficios. Carmen le advirtió: estaba tan dolida que quería acabar con ella, así que era mejor que se exiliara durante una buena temporada. La antigua amiga de Mila Ximénez se fue muy asustada y cuando se acabó la dictadura regresó para quedarse.
Sánchez se llevó grandes misterios, como por ejemplo quién era el famoso que estaba intentando acabar con su vida. Sus últimos años fueron tan delicados que convirtió su casa en un búnker: nadie podía entrar ni salir sin su consentimiento. De hecho era un sitio tan seguro que quitó las cámaras del interior de la vivienda porque sabía que era un lugar inquebrantable.
Encarna Sánchez estuvo casada y se divorció pronto
Encarna estaba obsesionada con su seguridad, sabía que tenía demasiados rivales y que algunos querían verla sin nada. Según Juanele Zafra, vivió sus últimos meses aterrorizada e incluso pensaba que Isabel Pantoja iba a intentar matarla. Todo era fruto del cáncer que sufría, la medicación era muy fuerte y por las noches deliraba sin sentido.
Sánchez murió sola, únicamente entraban en su mansión dos personas de su confianza que, según cuentan, querían su fortuna. La sorpresa fue que le dejó todo a Clara Súñer, una actriz con la que mantuvo una relación especial antes de hacerse famosa. No cambió el testamento, así que todo fue a parar a sus cuentas bancarias: la mayor fortuna de la época.
La locutora tuvo un marido, pero fue una historia de conveniencia mutua que apenas duró unos meses. “Fue un paripé con un empresario inmobiliario de nombre Jesús”, cuenta Pedro Ruiz en una entrevista para Pronto. “Aquel matrimonio duró seis meses, se separaron porque a ese hombre le gustaba mucho el juego y dilapidó todo el dinero familiar”.
Encarna Sánchez intimó con una mujer peligrosa
Encarna, siguiendo la información de Pedro, mantuvo una historia de amor con una chica que se convirtió en su gran tormento. “Era la hija de un ministro”, cuenta el periodista. “Le dijo que o terminaba la relación o que se atuviese a las consecuencias, le mandó dos sicarios y ella salió huyendo del país”.
Sánchez tenía demasiados rivales y no quería dar protagonismo a ninguno, por eso nunca contó quién quiso quitarle la vida. Quizá fue Carmen Polo, quizá fue este político o quizá alguno de los famosos a los que hizo daño. Ella solamente deliraba y decía nombres al azar, pero es evidente que tenía razones para estar asustada.
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