Isabel Preysler se ha vuelto a convertir en el centro de todas las miradas después de que una de las periodistas más conocidas de nuestro país haya desvelado uno de sus mayores secretos. Según ella, en el pasado, la socialité estuvo envuelta en una polémica infidelidad.
No hay ninguna duda de que los últimos meses del 2022 han sido fatales para esta mediática familia. Y es que, desde que saltó por los aires la infidelidad de Íñigo Onieva, nada ha vuelto a ser lo que era.
En todo este tiempo, Tamara Falcó ha tenido la suerte de contar con el apoyo de sus seres queridos, pero, sin duda, su gran pilar ha sido Isabel Preysler.
Isabel está de rabiosa actualidad porque acaba de separarse de Vargas Llosa, aunque hay otro motivo. Han desvelado su gran secreto, le han acusado de haber sido infiel en el pasado. De hecho han dado un paso más y han dado el nombre de su supuesto amante: Miguel Boyer.
Desde el primer momento, la socialité se ha posicionado al lado de su hija, sentenciando así las malas acciones de su exyerno.
Pero lo que menos se esperaba Isabel Preysler era que, después de tantos años, saliera a la luz uno de los episodios más cuestionables de su vida. Y es que, tal y como ha asegurado Pilar Eyre en su blog de Lecturas, "durante tres años fue protagonista de una infidelidad".
Isabel Preysler, señalada con el dedo
Isabel Preysler no ha podido evitar que su imagen pública se viera afectada después de la inesperada revelación que hizo Pilar Eyre en su blog de Lecturas,No es por maldad.
Pocos días después de que la Marquesa de Griñón rompiera su compromiso, la escritora aseguró que Isabel Preysler "fue protagonista de una infidelidad". Pero, al contrario que su hija, no fue la "víctima" de este lío amoroso, sino la “otra”.
Según la comunicadora, todo comenzó en la primavera de 1982, "cuando Tamara tenía cinco meses". Mona Jiménez organizó una cena en su casa a la que acudiría gran parte de la jet set madrileña.
Isabel Preysler no se lo pensó dos veces a la hora de llamar a su gran amiga para "autoinvitarse" a la velada. "Lo pasarás bien. Además, asistirá Miguel Boyer, que será ministro cuando los socialistas ganen las elecciones", le aseguró Mona en aquel momento.
Tal y como ha relatado Pilar Eyre, este fue el instante en el que Miguel e Isabel Preysler "cayeron instantáneamente enamorados". Y es que, tan fuerte fue la conexión entre ellos que, a pesar de acudir con sus respectivas parejas, ambos "se quedaron hablando a solas hasta las cuatro de la mañana".
Esta actitud sorprendió tanto al resto que invitados que no tardaron en llamar a Elena Arnedo, la mujer de Boyer, para contarle lo que había sucedido. Pero esta ginecóloga decidió no hacer caso de "los chismes" a pesar de las evidencias.
Desde este momento, la pareja socialista comenzó a tener una relación más estrecha con Isabel Preysler y Carlos Falcó. Pero las alarmas de la prensa social comenzaron a sonar cuando, uno de los invitados a una de las fiestas de la socialité, "toma fotos y las vende por un millón de pesetas".
En invierno de ese año, los "amantes" se reunieron en el piso de una amiga, aunque nadie se atrevía a decir nada "porque Miguel es ahora el superministro de Hacienda".
Y mientras que Boyer "decide confesarle la verdad a Felipe González", 'la reina de corazones' optó por ofrecer una entrevista en la que desmintió todos los rumores.
Después de estas declaraciones, y según Eyre, ambos "siguen viéndose" a espaldas de sus parejas. "Dicen que hay fotos, que se compran y se meten en un cajón, de los dos cenando en un italiano".
Isabel Preysler fue descubierta
Aunque no fue hasta el día de los enamorados cuando las parejas de Isabel Preysler y Miguel Boyer comenzaron a sospechar.
"Boyer le envía a Isabel rosas amarillas. El marqués se las encuentra en casa y dice: 'Qué raro, yo las encargué rojas'", relató Pilar Eyre antes de asegurar que "hasta el 4 de julio de 1984" no saltó todo por los aires.
Aquel día, unos amigos de la socialité dieron una fiesta en su casa. En ese momento, "los amantes" se alejaron del resto de invitados y decidieron dar rienda suelta a su amor públicamente.
Esa misma noche, el Ministro le aseguró a su pareja que quería divorciarse, pero Isabel Preysler no estaba dispuesta a tirar su matrimonio por la borda. Aunque esta decisión no impidió a los amantes seguir con su historia de amor.
"En invierno la situación se hace insostenible[…]Hasta que el 6 de julio de 1985 Boyer es obligado a dimitir. Interviú publica una portada histórica: 'Boyer, bronca con Guerra y amor por la Preysler'".
Fue en este preciso momento cuando "Carlos Falcó se enteró de lo que sabíamos casi todos". "El marqués se fue del hogar familiar y al día siguiente Miguel Boyer entró en la casa con su propia llave".
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